El pasado viernes 1 de febrero, los alumnos de 5° y 6° conversaron con Joan Manuel Gisbert, autor del libro «El secreto del hombre muerto» , libro que leyeron en Navidades.

Joan Manuel Gisbert (Barcelona, 16 de octubre de 1949). Nació cuando un otoño se encaminaba a su plenitud, hecho que siempre ha ejercido una sutil influencia en su vida. Vivió sus tres primeros años, hasta la prematura muerte de su padre, muy cerca del Parque Güell, de Gaudí, que fue muchas veces escenario de sus juegos, en aquellos tiempos en que las empinadas calles que conducen al recinto estaban casi siempre solitarias, sin sombra ni presagio de los cientos de miles de visitantes de todo el mundo que, décadas más tarde, las recorrerían cada temporada.

En los restantes años de su infancia, y en su adolescencia y primera juventud, residió en el barcelonés barrio de Gracia, tan lleno de referencias históricas y literarias, y de acontecimientos, efemérides y fiestas populares.

Se dio a conocer como escritor para jóvenes lectores en mil novecientos setenta y nueve, con su primera obra, Escenarios fantásticos, editada en una colección dirigida por Felicidad Orquín, con dibujos de uno de los más premiados y brillantes ilustradores españoles, Miguel Calatayud.

Si Escenarios fantásticos, obra galardonada con el Premio C.C.E.I 1979a la mejor obra publicada aquel año en España en su campo, le abrió a Joan Manuel Gisbert numerosas puertas, en buena parte gracias a los movimientos de renovación pedagógica, muy activos e influyentes por aquel entonces, la aparición, en 1981, de El misterio de la isla de Tökland, Premio Lazarillo 1980 y Lista de Honor del IBBY 1982, supuso una consolidación que abrió paso a toda su obra posterior.

En las décadas de los años ochenta y noventa, Joan Manuel Gisbert vio incrementado su prestigio como escritor hasta convertirse en uno de los primeros nombres en su campo.

Entre los diversos mundos de sus obras, el más característico es el campo fantástico, entendido de una manera muy personal, al margen de las sucesivas modas o tendencias dominantes. Joan Manuel Gisbert considera la fantástica como una extensión de la realidad hacia sus muchas zonas todavía enigmáticas o desconocidas.

El estimulante fermento del misterio está presente también, de muy diversas maneras, en muchas de sus páginas. Su concepto de narrador quedó expresado en la breve entrevista que figura en las páginas finales de su libro La mirada oscura:

Soy y quiero ser un transformador de historias, alguien que mezcla hechos reales e imaginarios, y los cuenta al oído de las gentes, cuando el atardecer viene más oscuro que otras veces y el viento toma voz entre las ramas de los árboles. Y también aquel que a medianoche pronuncia las primeras palabras de una extraña historia que continuará hasta la madrugada, convocando miedos antiguos y nuevos que, al superarlos, nos harán más fuertes ante el misterio. Y quiero ser, más todavía, un narrador que se sirve del poder de la escritura para mover tiempos, abrir espacios y llegar al pensamiento del lector cuando éste se atreve a trasponer el umbral invisible que se encuentra siempre al principio de las páginas”.

(Texto extraído de la compilación realizada por A. R. M., a partir de una diversidad de fuentes)