Tres meses de Erasmus. Me presento, me llamo Paulina, tengo 21 años y acabo de terminar mi grado en Marketing y Publicidad en el colegio Montessori.

Desde que comencé el grado tenía claro que quería participar en esta experiencia de vivir y poder trabajar en otro país de Europa durante tres meses. Por lo que no tardé en informarme cual era el procedimiento de selección, este trata de diversas partes.

Primero de todo y más importante tienes que aprobar todas las asignaturas y es importante tratar de sacar la mejor calificación posible ya que funciona con puntos, por otro lado contará tu nivel de inglés y experiencias en el extranjero. Todo esto junto con una carta motivacional.

No puedo expresaros la alegría que sentí cuando me enteré que me habían seleccionado, y ahora que ya la he vivido os diré que es algo único y que realmente vale la pena cada esfuerzo para obtenerlo.

Durante febrero nos comentaron que tendríamos que buscar una empresa, en el país que más nos apeteciera. No os voy a engañar, lo primero que apareció por mi cabeza fue Londres, después Amsterdam, pero me comentaron una experiencia que tuvo una compañera el año anterior, ella se fuñe a Polonia así que me plantee este país. Después de unos días pensando destino me decanté por Polonia, era algo diferente a lo habitual, con otra cultura, con otro idioma. Me gusta la diversidad y me decante sin dudarlo por esta opción.

Me iba a ir tres meses lejos de mis amigos y familia, os confesaré que esto no supuso una traba para  mi pero si que es algo que lo he escuchado mucho. A mucha gente le asusta salir de su rutina, de su comodidad, prefiere quedarse aquí, con su casa, su gente, hablando español, pero os diré una cosa, seguramente no haya una forma mejor de descubrir la realidad que nos espera a todos al salir al mercado laboral. Solos en un nuevo país hablando en ingles o en mi caso a veces ni me entendían ya que allí hablan polaco. Se trata de un reto que te propones y una vez que lo superas estas listo para todo.

Ahora voy a resumiros un poco estos tres meses para mi.

Llegue en marzo, hacia muchísimo frío, recuerdo perfectamente paseando por la ciudad, viendo los carteles en polaco y escuchando a la gente hablar y darme cuenta de que no entendía absolutamente nada lo que decían y pensar, Donde me he metido?  Llegue sin conocer a nadie en toda la ciudad.

Los primeros días los dedique para visitar la ciudad, Poznan y hacerme la compra de todo lo que necesitaba. A los dos días fui a presentarme a la empresa, se trataba de una empresa en la que todos sus trabajadores eran jóvenes y activos, eso me sorprendió gratamente. Me hablaron en inglés, por lo que no tuve ningún problema en entender todo lo que me decían y de cuales serian mis tareas en la empresa.

La empresa tiene una forma de trabajar que me encantó, confieso que mis primeras tareas no me terminaban de convencer ya que era muy monótono y yo me considero una persona que necesita crear, que necesita aportar ideas, por lo que no tardaron en escuchar mis ideas y las tuvieron en cuenta y me empezaron a dar un trabajo centrado en lo que me gusta y se me da bien. En mi caso se trataba del departamento de marketing online.

Ya desde el primer día me dijeron que tendría un horario flexible y que se resumía en ciertas tareas diarias y luego los viernes comprobaban resultados de ello, si veían que funcionaba en ese departamento me seguirían dejando trabajar en el, considero que es una manera perfecta de trabajar. Esto hacia que hubiera días en los que estaba más horas que otros. De esta forma aprendes a organizar tu tiempo para llegar a los objetivos requeridos, pudiendo ahorrarte alguna hora del día. Confieso que las primeras semanas me costaba más horas de las que tenia, pero poco después pase a ceñirme en el tiempo y mas tarde ahorraba horas diarias.

Llego un momento en el que el trabajo que hacia me encantaba, por lo que ir a la oficina no significaba un esfuerzo ya, al contrario, me apetecía llegar, prepararme un café y ponerme con mi trabajo.

Pero que no se pase por alto, el idioma. Pensaba que con mi inglés no tendría problema en comunicarme, mi sorpresa fue que excepto la gente de mi oficina la mayoría no entendían el inglés. Esto me afectaba principalmente en los nombres de los productos, carteles, instrucciones…Pero al poco tiempo te desenvuelves e incluso aprendes alguna palabra (pocas).

Como experiencia social no tarde en conocer gente y hacer amigos. Mi grupo se componía de españoles, polacos, ucranianos e italianos, por lo que pude conocer un poco de cada uno también. Al ser un Erasmus en el cual trabajas no se trata de fiesta diaria, se trata de aprendizaje, tanto lecciones como personal. Esto no quiere decir que no te quede tiempo para tomar algo con tus amigos. En este Erasmus también aproveche para conocer ciudades próximas a Poznan como Breslavia o conocer países cercanos como Berlín en Alemania.

En cuanto al clima al principio hacia muchísimo frio, pero no tardo en salir el sol y llegar a temperaturas de treinta grados.

He tenido una experiencia inolvidable, no hay nada que pueda decir que fue malo, ya que el idioma no deja de ser algo nuevo que aprender, por lo que no dudéis y no dejéis desaprovechar esta posibilidad enriquecedora que os ofrecen.

Recomiendo esta experiencia a todo aquel que quiera crecer de manera personal y profesional, gente trabajadora. Pienso que no hay mejor manera de formarte a ti mismo que poniéndote retos e ir superando barreras de menos a más. Después de mis días en Polonia puedo decir que vuelvo conociéndome un poco más a mí misma y viendo que soy capaz de hacer más cosas de las que me imaginaba.